lunes, 9 de diciembre de 2013

VIDEO SOBRE LA UNIÓN

Hola a todos. 
Si queréis conocer un poco más la historia de las minas de La Unión, aquí os dejo con este vídeo. 
Os invito a que os metáis bajo la tierra. Y que descubráis los secretos que se esconden debajo de ella. Os invito a que viajéis conmigo en el tiempo. Descubriréis la época dorada de La Unión. Y veréis cuán dura era la vida de un minero en aquella época. 



sábado, 7 de diciembre de 2013

SUBIENDO DE NUEVO "Y LA VIDA, MIENTRAS, VA PASANDO"

Hola a todos.
A partir de mañana, empezaré a subir una historia que estaba subida en este blog y que borré. Mi intención era publicarla, pero el miedo me pudo. No la autopubliqué. No la envié a una editorial. Lo admito. Soy una cobarde.
Me he dedicado a reescribirla cuando podía. No está terminada, pero me gustaría terminarla de escribirla en este blog.
Se trata de Y la vida, mientras, va pasando. 
Por supuesto, lo que cuento es lo que quería contar antes, pero empecé a notar que había ciertas incoherencias que deben de ser corregidas. Incoherencias que debían de ser corregidas y que han sido corregidas. En lugar de seguir un camino recto, me iba, como se suele decir, por los Cerros de Úbeda. Cada novela, cada cuento, tiene su propio ritmo. No debe de ser alargado a menos que exija ser alargado. Debe seguir su propio camino y no irse por las ramas, un defecto que estoy luchando por corregir.
Por supuesto, la novela sigue la misma pauta para la que fue creada: contar una historia de amor que transcurre a camino entre Cartagena y sus pedanías, que formarían, después, la ciudad de La Unión, a principios del siglo XIX.
¿Y de qué va a tratar esta historia?
Seguimos con el mismo protagonista, Roberto Colina y Yáñez, el joven conde de Mora. Tenemos a su madre, doña Camila, condesa viuda de Mora, y también están las dos hermanas menores del conde, Eva y Miriam.
Roberto se enamorará, pero su amada no se llamará Paula. Se trata de Valeria, una de las mejores amigas de una de sus hermanas menores. El romance está servido.
Os espero mañana.

lunes, 2 de diciembre de 2013

REESTRUCTURACIÓN

Hola a todos.
Me encuentro en pleno proceso de reestructuración de este blog.
Mi intención es que vuelva a funcionar lo antes posible.
Quiero que este blog esté dedicado no sólo a mi ciudad, La Unión. También estará dedicado a la familia Colina y Yáñez. Esta familia es la protagonista de una saga de novelas que se encuentra en pleno proceso (la cojo, la dejo, escribo, investigo, la abandono, pero no la olvido). Son un producto de mi imaginación.
Su historia transcurre a caballo entre Cartagena y las, por aquel entonces, pedanías cartageneras de Roche, Portmán, Las Herrerías y El Garbanzal, junto con sus respectivos caseríos. Al independizarse éstos de Cartagena, fundarán la actual La Unión, la ciudad donde vivo.
Una ciudad que, antes de ser minera y flamenca, fue ganadera, agricultora y pescadora.
Mi idea es reescribir cuando pueda mi relato Ángel terrenal y volver a subirlo a este blog. De ahí que lo haya borrado.
Y me gustaría ocuparme más de este blog, aunque tengo poco tiempo.
Muchas gracias por vuestra paciencia.
Un fuerte abrazo.

viernes, 16 de agosto de 2013

EL HOMO HABILIS LLEGA A LA REGIÓN DE MURCIA

Hace 2.700.000 millones de años nació otro grupo de homínidos. Sería conocido como Homo habilis.
   Vivió de forma paralela al australopiteco. Nunca llegaron a cruzarse.
            El australopiteco aprendió a ser omnívoro.
Aprendió a pasar casi todo el tiempo en el suelo. En ocasiones, solían establecerse relaciones de tipo afectivo entre machos y hembras. Sin embargo, los lazos más fuertes eran los que unía a una madre con su hijo.
  Las relaciones podían ser pasajeras. Pero un hijo era un hijo. Nunca abandonaría a su madre.
    Fue el Homo habilis el que decidió viajar al Norte. Ellos sí estaban preparados para iniciar el viaje. La situación se estaba volviendo insostenible. Y ellos, como siempre, pensaban en la supervivencia de la especie.  
El amanecer llegó.
            Los miembros del clan se pusieron de pie.
            El macho dominante indicó el lugar al que debían avanzar.
            Irían hacia el Norte. Sospechaba que había alimentos allí. Y que también encontrarían agua. Se pusieron en marcha. Estuvieron caminando durante mucho rato. La hembra echó un último vistazo al paisaje. A lo mejor, nunca más regresaban. Aquella idea la llenó de miedo y de emoción. ¿Valdría la pena ir al Norte?
            ¿Qué les estaba esperando? No lo sabían.
En África, empezaron a producirse grandes migraciones de animales. El clima en el continente africano se fue tornando seco y árido. Los ríos se secaron. Los animales morían. Los primeros animales en irse fueron los herbívoros. Los homínidos estuvieron a punto de desaparecer.
            Había llegado el momento de abandonar la tierra en la que habían nacido. Se trataba de pura supervivencia.
            El viaje fue duro y penoso. Había que seguir caminando. Podía decirse que estaban viajando a ciegas. No viajaban con destino claro. Buscaban comida. Por eso, abandonaron África. Iban al Norte. Acabarían estableciéndose allí.
            Varios clanes se atrevieron a dar aquel paso atravesando el actual istmo de Suez. Llegaron a Oriente Próximo. Allí, se separaron. Se formaron dos grupos. Un grupo se dirigió al Este. Fue por el sur del Himalaya. Llegó a China. El otro grupo, por el contrario, se dirigió a Europa. Hizo el viaje a través de los Balcanes.
            Llegar a la Península Ibérica por tierra fue una misión casi imposible. Los Pirineos constituían una barrera natural. Un obstáculo que resultaba imposible de franquear. No se podía pasar. Muchos humanos perecieron durante aquel viaje.
            La vegetación era más abundante en aquella época.
            Se enfrentaban a otros carroñeros por conseguir la carne de los animales muertos.
            Vivían en grupos. Les unían los lazos de la sangre. No permanecían mucho tiempo en el mismo sitio. Vivían al aire libre. Eran auténticos nómadas. Alguna vez, buscaban refugio en alguna cueva. Se detenían en los ríos. Bebían agua. A veces, se bañaban. Su vida era caminar. Recorrían muchos lugares.
            También se bañaron alguna que otra vez en la playa. Los machos pescaban peces. Los pescaban con sus propias manos. Los peces eran escurridizos y solían escapárseles. Acababan de bruces en el agua tumbados. En la arena, las hembras se reían y festejaban aquella exhibición.
            Atravesaban bosques. Dormían en campo abierto. Buscaban refugio en cualquier sitio. Podían dormir en la playa. A la sombra de un árbol…
            Comían los frutos de los árboles. Comían insectos. Comían hojas. Comían de todo. Ya no le hacían ascos a la carne de los animales muertos. Habían evolucionado poco a poco. Buscaban saciar su hambre y su sed. La llegada de un nuevo miembro era celebrada por todo lo alto. Los años iban pasando. Y ellos seguían viajando.
            La actual Cáceres…La actual Talavera de la Reina…La actual Valladolid…
            Pasaron por muchos lugares. Volvían a pasar por aquellos mismos lugares en su peregrinar. Intentaban recordar cada cosa de aquellos lugares. Así podrían localizar más fácilmente la comida.
            Eran herbívoros. Pero también eran carroñeros. Como las hienas. Podían beber agua de los charcos que se formaban con la lluvia. Hacían cuenco con las manos cuando llovía. Bebían agua de lluvia.
            Preferían no atravesar las montañas más altas. Habían visto morir a compañeros suyos al subir a un monte.
   El Homo habilis no hablaba.
            Cuando llegó a la Región de Murcia, el vapor de agua era elevado y las lluvias eran frecuentes.
            El vapor de agua se condensaba y formaba muchas nubes. Era frecuente que el día amaneciera nublado. Como era frecuente que lloviera con intensidad.
            El clima de esta época era más húmedo en Europa. Los ríos siempre iban llenos de agua.
            Los glaciares dieron paso a la formación de ramblas y de barrancos. Éstos se llenaban apenas empezaba a llover.
            Los glaciares no influían en esta zona. 
            En algún momento, el Homo habilis, desarrolló la conciencia. Empezó a hacerse preguntas. Se preguntaba para qué servía, por ejemplo, el fuego. Lo veía empezar cuando un rayo caía y daba de lleno en un árbol. Pero no sabía cómo conseguirlo. El fuego daba calor. También se preguntaba para qué servían las cuevas en las que se refugiaba.
            El Homo habilis no era cazador. Como he dicho ya varias veces, era carroñero.
            Las hojas y los frutos que crecían en los árboles constituían su principal fuente de alimentación. Lo mismo que los insectos.
            No sé en qué momento los humanos empezaron a comer carne. Supongo que empezarían a comer carne para sobrevivir. .
            Cuando veían los restos de un animal muerto, no lo dudaban. Espantaban a pedradas a las hienas y a otros carroñeros que pretendían alimentarse de él. Y se lo comían ellos.
            En la costa, los glaciares estaban dejando poco a poco seca una franja costera.
            El frío glaciar no afectaba a la Península Ibérica. Al menos, no durante el verano. O durante la primavera. Pero el clima en sí era húmedo. Era un gran contraste entre el calor que hacía en África. Los homínidos lo agradecían.
            La costa se iba hundiendo. Era un proceso lento. Dio lugar a la formación de terrazas.

            El Homo habilis vio el mar y se quedó sin habla.

 

lunes, 6 de mayo de 2013

AVISO SOBRE "ÁNGEL TERRENAL"

Hola a todos.
Han pasado muchos meses desde que hice mi última entrada en este blog.
Pues bien...
Esta entrada la hago para deciros que voy a eliminar de este blog mi relato Ángel terrenal. 
Lo siento mucho. Mi idea en estos momentos es reescribir la historia e intentar publicarla más adelante. Os daré más detalles en una entrada que haré en mi blog principal. De momento, sólo puedo deciros que lo siento mucho. Y que lamento las molestias que pueda causaros.
Veréis que estoy haciendo cambios en el blog.
Os contaré más adelante lo que he pensado hacer. Y espero que me entendáis.
Muchas gracias por vuestro apoyo y por vuestra comprensión.