sábado, 26 de julio de 2014

FRAGMENTO DE "Y LA VIDA, MIENTRAS, VA PASANDO"

Hola a todos.
Hoy, os dejo con un nuevo fragmento de mi novela Y la vida, mientras, va pasando. 
En esta ocasión, el fragmento está centrado en las hijas del vizconde de La Torre, Cristina y Teresa.
¡Vamos a ver lo que pasa!

                                    Encontrar a Teresa llorando acostada en su cama era algo que Cristina no esperaba ver. La joven llevaba todo el día comportándose de un modo extraño. Cristina decidió ir a ver lo que le ocurría a su hermana menor.
                                   Se sentó a su lado en la cama. Teresa, al percatarse de la presencia de su hermana, se abrazó a ella. Había escuchado algo espantoso aquella misma mañana. ¡Y la pobre Cristina no sabía nada! Teresa estaba asustada. Los sueños de Cristina estaban a punto de desmoronarse. Debía de ponerla sobre aviso.
-¡Padre te ha buscado un marido, Cris!-le explicó-Le he escuchado esta mañana hablando con el conde de Mora. Estaban hablando de ti. Quieren casarte.
-El conde de Mora es mucho más mayor que padre-le recordó Cristina-Además, él ya está casado y tiene dos hijos.
-Pero sus hijos están solteros. El conde de Mora dice que tú podrías ser una excelente condesa. Hablaron de tus numerosas virtudes. Quieren casarte con uno de los hijos del conde.
-No creo que padre quiera casarme todavía.
-Ten mucho cuidado, Cris.
                              Su hermana mayor decidió no darle importancia a aquella advertencia. Pensó que Teresa había escuchado mal. Cristina todavía no había viajado a Murcia para su puesta de largo. Y, después de viajar a Murcia, tendría que viajar a Madrid. ¡Podría entrar a formar parte de la Corte! Su padre lo sabía.
-Falta mucho tiempo para que me case-le recordó a Teresa.
-No somos dueñas de nuestras vidas-suspiró su hermana con tristeza.
                              Cristina trató de pensar que Teresa había escuchado mal.



-En unas semanas, me marcharé a Murcia-le recordó a Teresa.
-Padre intentará comprometerte antes de que te vayas-le advirtió su hermana.
-Has escuchado mal-Cristina le cogió las manos a Teresa-Padre no intentará casarme hasta dentro de un año. Puede que pasen dos años hasta que se acuerde de que me tiene que buscar un marido. Para entonces, yo estaré en Madrid. Quiero entrar en la Corte, Tere. Puede que me case con algún Infante. O con el hijo de algún Ministro...O con algún Ministro...No lo sé.
                           Teresa reprimió un sollozo. Cristina tenía demasiados sueños. Eso era malo. Los sueños podían truncarse.
-Te voy a echar mucho de menos, Tere-le aseguró Cristina.

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