En esta entrada, me gustaría compartir con vosotros un poema que le dedicó María Cegarra al Cristo de los Mineros.
Posiblemente, María Cegarra sea uno de los unionenses más ilustres y queridos de todos los tiempos.
Hermana menor de un escritor al que admiro profundamente, Andrés Cegarra, María se convirtió en la primera mujer española perito química.
La Química, la Educación y la Poesía fueron sus grandes pasiones y las supo combinar muy bien.
El recuerdo de María Cegarra sigue presente en la ciudad. En el busto que hay en el jardincillo situado enfrente del Liceo, donde Andrés dio clases antes de caer enfermo. En el instituto que lleva su nombre. En la gente que la conoció y que la recuerda con cariño.
Estos versos refleja el amor que María Cegarra le profesaba a la Semana Santa unionense. Ella amaba La Unión con intensidad y le tenía un gran apego.
Dame el marro compañero,
Que tengo que desclavar al Cristo de los Mineros
Y no voy a “relevar”.
No tengo miedo a las minas
Ni le temo a los barrenos
Porque conmigo camina
El Cristo de los Mineros
Sangrando por las espinas.
No necesitas sepulcro,
Que la galería te espera
con los cirios de pirita
Y el sudario de galena.
Fotografía de María Cegarra Salcedo.
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