miércoles, 12 de septiembre de 2012

TROZOS DE HISTORIA 4

Siempre me he preguntado cómo empieza una historia. Me dicen que una historia tiene que empezar desde el principio. ¿Y cuál es el principio? ¿Acaso las acciones de las personas que nos rodean no repercuten en nosotros? ¿En qué momento debería de empezar a contar la historia de La Unión? ¿Cuándo es el momento adecuado?
Los montes han existido desde antes del inicio de la Humanidad. Los minerales se forman en el interior de la tierra. Y están ahí. Esperando a que alguien los saque. Y los enseñe a la luz. ¿Cuándo pasa eso? ¿En qué momento ocurre?
Es muy difícil de deducir. Se hablan de los caseríos. De las pedanías...Pero también se habla de otros lugares que formaron parte de La Unión. Se habla de un lugar llamado Iluro. Que existió durante la dominación romana de la Península Ibérica. De que los vecinos de Iluro se metían en las entrañas del Cabezo Rajao a extraer el mineral. No estoy hablando del siglo XIX. Estoy hablando de antes de nacer Cristo, de muchos años antes.
Es una historia muy larga de contar.
Durante la Edad Media hasta el siglo XIX, la agricultura es la economía base de todos los habitantes de las pedanías que formarían más tarde La Unión. En Portmán estaba la pesca. La agricultura se practicaba en menor medida. La agricultura del trigo...De la cebada...De la vid...Las matas cubren toda la sierra minera. Los hombres y las mujeres aran la tierra. Empujan el arado. Utilizan el azadón para trabajar.
Nadie se atreve a escarbar lo que puede haber bajo la tierra. Se oyen rumores. Nadie presta atención a ellos. ¿Para qué? Deben de pensar que es eso. Un rumor...Una leyenda...Esas cosas no deben de existir. Como no existen las brujas. O los duendes...
Lo que importa es lo que se ve. Que ese año la cosecha de la patata sea buena. Que las plagas no se ceben sobre ellos. Que el tiempo sea clemente.
Estamos hablando de un lugar que, desde la Edad Media, está prácticamente despoblado. Son pocos los vecinos que viven allí. Pero, poco a poco, va llegando gente. El goteo de gente que llega es menor, pero no deja de fluir a lo largo de los siglos.
¿Debemos de pensar que La Unión empieza a surgir cuando se construye la Iglesia de El Garbanzal? Las casas de la zona se agrupan en torno a aquella primitiva ermita. Los vecinos necesitan consuelo. La Ilustración está bien para las clases pudientes. Las que viven en las ciudades de Cartagena o de Murcia. Pero no para el pueblo llano. Son personas sencillas. Trabajadores...La gran mayoría no sabe ni leer ni escribir. No han pisado nunca una escuela. ¿Qué pueden saber ellos acerca de la Filosofía? Sólo les mueve el tener que trabajar duro para salir adelante. El tener algo que llevarse a la boca.
La Iglesia es su principal centro de reunión. No es sólo el lugar al que van a rezar. O a escuchar Misa todos los domingos.
Es el lugar donde se reúnen todos los vecinos. Hablan entre ellos y toman el fresco. Los niños juegan mientras sus madres les vigilan. Los mercados se celebran en el atrio de la Iglesia. Así como los juicios por una disputa de lindes. Estos juicios son muy comunes. El atrio se convierte en una especie de improvisado Palacio de Justicia.
La vida sigue su curso de manera tranquila. Se ve alterada levemente y de vez en cuando por el paso de los pastores que siguen, junto con sus rebaños, el camino de la Cañada Real. Los peregrinos también pasan.
Buscan descansar en la pequeña ermita. La vida de El Garbanzal sigue el mismo ritmo durante muchos años. No ocurre nada importante. Uno piensa que esa tranquilidad va a durar toda la vida.

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