Hola a todos.
Hoy, os traigo un extracto de lo que podría ser el diario personal de Beatriz Colina y Yáñez.
Beatriz es la hermana de Roberto Colina y Yáñez, el conde de Mora.
Siempre ocupa un puesto más bien secundario, aunque su participación en toda la historia es muy activa.
Estos fragmentos no aparecen en la novela. Pero he decidido compartirlos con vosotros.
Beatriz es toda una dama del siglo XIX.
Es la hora de la cena.
Mi marido entra en el comedor y me da un beso en la mejilla a modo de saludo.
Él se sienta en la cabecera de la mesa. Yo me siento a su lado.
-Algunas veces, tengo la sensación de que nada de esto está pasando-le confieso.
La cocinera nos sirve la cena. Comemos michirones de primer plato. La idea se me ha ocurrido esta mañana.
-¿A qué te refieres?-me pregunta mi marido.
-Me refiero al hecho de que estamos casados-respondo.
-¿Te parece raro?
-Todo me parece raro. El estar enamorados.
Pincho un michirón con un tenedor. Me lo llevo a la boca.
Es una escena cotidiana.
Me repito a mí misma una y otra vez que soy una mujer casada. Pero no termino de creérmelo.
No puedo decir que no lo tengo todo. He encontrado al amor de mi vida. Me he casado con él. Todavía no tenemos hijos. Pero hace unas pocas semanas que estamos casados. No puedo apartar la vista de mi amado esposo mientras cenamos. Él me habla de lo que ha hecho a lo largo de toda la cena. Yo me sirvo un vaso de agua y bebo un sorbo.
Le escucho con atención. Tengo la sensación de que sólo me habla para que pueda escuchar el sonido agradable de su voz.
Se inclina hacia mí y me besa de lleno en la boca.
-Soy muy feliz por tenerte a mi lado, Beatriz-me asegura.
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