Hola a todos.
Los recuerdos de Sofía siguen.
Sofía se acostó sin cenar.
No tenía hambre. Su estómago rugía. Trató de ignorarlo. Estaba demasiado cansada.
En la redacción había repasado el montón de notas que tenía. Escribir un libro.
Seguía disfrutando de su trabajo en la redacción del periódico La Crónica. Faltaba poco para que llegase la Navidad. Debía de estar contenta. Incluso, iba a ponerse un Árbol de Navidad. ¿Para qué poner un Árbol de Navidad?, pensó Sofía. Disimuló un bostezo.
Ella nunca ponía un Árbol de Navidad. Era su hermana María quien le ponía el Árbol de Navidad. Se quejaba de que nunca celebraba la Navidad. Le daba una lista de regalos que debía de comprar en el Continente. Un Nenuco para su sobrina...Una corbata para su cuñado...
Trabajaba mucho. Y adoraba su trabajo. Escribir. Cubrir noticias.
Había quedado muy atrás la época en la que servía mesas en el bar Balsalobre. Ganaba un buen sueldo para ella. En su opinión...
Por suerte, tenía a Paz de compañera. Y podía lidiar con los clientes borrachos. De la ciudad y extranjeros...Era una mujer independiente. Se lo había demostrado a todo el mundo. No necesito a nadie, pensó Sofía. Se sentía orgullosa de sí misma.
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